domingo, 29 de septiembre de 2013

Nuestra primera tarta.

La primera tarta que hicimos (allá por febrero)  y el motivo de que surgiera todo esto, fue la tarta de Toti, un cerdito monísimo que ha sido la mascota de la guarde de nuestro primo de 1 añito este año.

De este modo, y con el mejor motivo del mundo, hacerle sonreir a un niño, nos lanzamos totalmente a la aventura de las tartas decoradas con fondant. Sin saber muy bien por dónde empezar, Marta y nuestra madre, se pusieron a investigar a tope en las técnicas, el relleno, etc. Internet fue una maravilla y una gran inspiración, y con toda la información que teníamos y muchas horas de trabajo el resultado fue una tarta, no creo yo que tanto, pero casi digna de profesionales. ¡Y es que no hay nada como hacer las cosas con cariño!

Nuestra tarta dejó con la boca abierta a toda la familia, incluido el anfitrión de 2 añitos. Aquí os dejamos una foto para que juzguéis por vosotros mismos:


La crítica constructiva fue que el bizcocho estaba un pelín seco, por lo demás ¡fabulosa! Tendremos que mejorar un poco, pero para nosotras lo mejor del resultado fue la sonrisa de nuestro primito.

1 comentario:

  1. oooh es monísima!! y para ser la primera está genial ^^

    Me paso por aquí y te enlazo, soy Irene, estuvimos juntas en las charlas del fin de semana ;)

    Un beso nos vemos pronto!!

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